Una OPS es un diálogo participativo entre un observador (mando o líder de la organización) y una persona que realiza una tarea en la instalación. En este diálogo se muestra interés por la Seguridad y Salud, se identifican los comportamientos inseguros con objeto de mejorarlos y se fomentan los comportamientos seguros y el compromiso para una mejora.

Las OPS pueden ser llevadas a cabo por distintos perfiles dentro de la organización, en función de su grado de madurez de la organización desde el punto de vista preventivo y los objetivos que se quieran priorizar. Lo habitual es que las realicen mandos/líderes de la organización (Técnicos del Servicio de Prevención, miembros de la alta dirección, línea de mando). Pero en una Cultura de Seguridad y Salud consolidada la idea es también las puedan llevar a cabo trabajadores, siempre formados adecuadamente.

Principales obstáculos

Es bastante frecuente, por desgracia, que los clientes nos indiquen que quieren retomar su proceso de OPS dado que empezaron muy bien pero terminaron abandonándolo o siguiendo con el proceso pero sin ninguna efectividad.

Estos son los principales obstáculos:

• Culpabilizar al Operario por ejecutar mal (desviación operativa) una tarea sin tener en cuenta las condiciones y circunstancias (organizativas y técnicas) en las que esta se ejecuta.
• Acumular cientos de observaciones y sugerencias de mejora sin que se generen las correspondientes acciones correctoras. Algo que frustra a los Operarios concienciados y desmotiva a los más reticentes.
• Aburrir a los Operarios con horas y horas de formación de Seguridad realizadas en el Aula. La idea es que hay que llevarla a la máquina (puesto de trabajo) en la medida de lo posible, y allí han de hacerse las mejoras, a ser posible dentro de un Círculo de Seguridad.
• Limitar la participación de los Operarios, con lo que el compromiso será mínimo.

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