Si un indicador convierte los datos en información, un cuadro de mando o tablero de control aglutina distintas informaciones para dar una visión más completa sobre la estrategia y el funcionamiento de la prevención de riesgos laborales.
Se trata de una herramienta de gestión cuyo objetivo es también facilitar y fundamentar la toma de decisiones mediante la presentación coherente, agrupada y sintética de una serie de indicadores que proporcionan una fotografía de la situación preventiva que se monitoriza.
Su objetivo es ofrecer a sus destinatarios una visión amplia y comprensible de lo que está sucediendo con respecto a los objetivos marcados para, si hay desviaciones o se prevén, tomar las decisiones pertinentes y priorizar la asignación de recursos.
El número de indicadores por objetivo varía: se recomienda, para no sobrecargar los tableros, usar un máximo de cinco indicadores por objetivo.
Lo ideal es proporcionar una mezcla de indicadores lagging y leading, que expliquen no solo la situación del objetivo sino también cómo se ha alcanzado esa situación. Y también suele ser más útil presentar la información en índices o tasas que en números absolutos.
En la ‘Guía para la implantación de un cuadro de mando integral en prevención de riesgos laborales‘, de Foment del Treball Nacional, se describe detalladamente el proceso de construcción y explotación de un cuadro de mando.
En la Guía se explican, entre otras cosas, cómo diseñar, implantar y explotar un cuadro de mando y las diferentes fases para cada una de esas actividades.
Diseño
Fase 1: Conseguir el apoyo de la dirección.
Fase 2: Designar al “arquitecto” del cuadro.
Fase 3: Definir la arquitectura de la medición.
Fase 4: Constituir el consenso alrededor de los objetivos estratégicos.
Fase 5: Seleccionar y diseñar indicadores.
Implantación
Tarea 1: Desarrollo del plan de implantación.
Tarea 2: Comunicación.
Tarea 3: Capacitación de las personas involucradas en el cuadro de mando.
Explotación
Revisión del cuadro.
Toma de decisiones y mejoras del cuadro.
Comunicación de resultados
En resumen, el cuadro de mando es una representación gráfica de los principales KPI y sigue básicamente el mismo proceso constructivo que cada uno de los indicadores que lo componen. A continuación se detallan algunas recomendaciones para elaborar la estrategia de medición, tanto de los indicadores como de los cuadros de mando:
- Analizar lo que ya se está midiendo: ¿puede convertirse en un indicador útil?
- Es importante ponerse en marcha: no es necesario dedicar mucho tiempo a debates profundos sino decidir cómo y qué medir e ir después reajustando.
- Asegurar que los indicadores o cuadros trasmiten información significativa y práctica: deben servir para orientar a la acción.
- Los indicadores o cuadros deben contar con el apoyo de la alta dirección, integrarse en el sistema de gestión de la empresa y comunicarse oportunamente.
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