Los accidentes laborales son una realidad que se da en mayor o menor medida en función del sector del que hablemos. Las políticas de prevención (PRL) y de seguridad y salud en el trabajo ayudan a reducir estas cifras de siniestralidad donde, por costumbre, tendemos a responsabilizar al trabajador de lo ocurrido. No obstante, deberíamos plantearnos si la gestión del factor humano (HOP) en la compañía es la correcta, y si disponemos de los medios adecuados para ello, como podría ser el ejemplo de un aplicativo informático.
Como apuntábamos, cuando ocurre un accidente laboral lo primero en lo que pensamos es en qué ha hecho mal el empleado para que eso ocurriese. Por inercia, tendemos a pensar que el hecho se ha producido por un error en el comportamiento de la persona: una falta de atención, porque no llevaba las medidas de protección adecuadas o porque no ha seguido los procedimientos implantados. ¿Dónde queda, entonces, la responsabilidad por parte de la empresa?
Y es que, cuando se produce un siniestro en un lugar de trabajo, no solo hay que señalar al trabajador sino que hay que fijarse en otros muchos elementos como la política preventiva de la empresa, el entorno físico donde se ha producido el accidente, el contexto del desarrollo de la actividad, qué formación se le ha dado al empleado, cuál es la gestión de prevención de los mandos superiores… Es decir, todos los elementos que se incluyen en la metodología HOP.
Metodología HOP: qué es y cómo se implanta
Cuando hablamos de metodología HOP nos referimos al sistema de entender y gestionar el comportamiento humano en los puestos de trabajo. Todo lo que rodea a la actividad concreta que desarrolla un empleado es importante, y eso debe ser tenido en cuenta en todo momento. Para implantar la metodología HOP debemos seguir cuatro procesos:
- Explorar: Observar los comportamientos humanos y su relación con el entorno de trabajo.
- Detectar: Identificar pautas de comportamiento y tendencias en el lugar de trabajo que puedan suponer un riesgo.
- Generar: Buscar soluciones o alternativas a esos comportamientos/elementos que puedan suponer un riesgo.
- Implementar: Aplicar medidas correctivas para modificar los comportamientos de riesgo.
Para aplicar una metodología HOP con éxito debemos contar con las herramientas adecuadas para todos los procesos de los que consta. La mejor solución, sin duda, viene de la mano del uso de una aplicación.

Aplicativos informáticos y metodología HOP
Las aplicaciones informáticas son la herramienta más efectiva, rápida y segura con la que podemos poner en marcha la metodología HOP. Las apps permitirán que extraigamos información de forma directa, que podamos almacenar la información ordenadamente y que podamos realizar análisis y comparación de datos sin perder tiempo. Y es que las ventajas de las aplicaciones informáticas en este sentido son inmensas:
- Ahorro de tiempo y mejora en la recogida de datos: a tiempo real, in situ y en movimiento.
- Mayor seguridad en el almacenaje de la información recogida (no se pierden los datos).
- Ahorro en medios materiales (todo queda en un Smartphone o una tablet).
- Mejora de la explotación de datos: elaboración de informes e indicadores de rendimiento.
- Mayor accesibilidad a los datos (consultas en línea y al momento).
- Mejora de los análisis: los resultados se integran mejor en el sistema de manera que se pueden tomar decisiones sobre salud y seguridad de una forma más objetiva.
Más allá de contar con una aplicación con la que poder realizar la recogida de datos mencionada, también deberemos disponer de una plataforma específica que permita gestionar esta información con intención de mejorar los aspectos que atañen a salud y seguridad en la estructura de la compañía.
Características de las aplicaciones para la gestión del factor humano
Ya conocemos las ventajas de los aplicativos informáticos en la aplicación de la metodología HOP pero, ¿sabemos cuáles son las características que estas apps deben cumplir para resultar realmente eficaces? Las citamos a continuación:
- Reporte y consulta de datos e indicadores de forma automática.
- Establecer unos objetivos previos para compararlos con los datos reales obtenidos.
- Elaboración de un informe de resultados instantáneo
- Planificación de las observaciones en el tiempo tanto de forma puntual como periódica, a personas y/o cargos concretos.
- Generación de alertas y avisos relacionados con la temporalidad de las observaciones.
- Exportación de datos: sincronización automática de los listados rellenados con el aplicativo al instante.
- Recogida de firmas digitales
- Ubicuidad: realización de los trabajos en cualquier lugar y a tiempo real con capacidad de trabajo sin conexión a la red.
- Adaptación al usuario: la app debe ofrecer múltiples ventajas técnicas que se ajusten a las necesidades de cada usuario, como opciones de idiomas y compatibilidad con los diferentes sistemas operativos.
- Acciones derivadas: relación directa entre los listados de observación y la gestión de los riesgos y medidas preventivas derivadas, permitiendo automatizar el proceso.
Si contamos con un aplicativo informático que cumpla con estos requisitos, el programa de factor humano HOP quedará implantado de forma exitosa tanto de cara a la seguridad del trabajador como de la compañía.